Los mayores retos derivados de la implantación de la normativa de distribución de seguros durante el último año han sido los requerimientos operativos en el momento de la contratación de los productos. Le siguen la entrega de documentación a los clientes y los sistemas de custodia y firma.

Así lo revela una encuesta que Deloitte ha llevado a cabo entre representantes de aseguradoras y mediadores para conocer su opinión sobre el año transcurrido desde la entrada en vigor del Real Decreto Ley 3/2020 por el que se transpuso la IDD.

Aproximadamente la mitad de los participantes ha contestado que en sus organizaciones se ha escogido el mismo tipo de venta en la comercialización de los productos. Frente a estos, la otra mitad de encuestados, en cuyas organizaciones se han establecido tipos de venta diferenciados en función del tipo de producto de seguro.

Para el 55% de los encuestados, los requerimientos de información a entregar al cliente y las dificultades logísticas o en sistemas tecnológicos respecto al tipo de venta, han sido factores determinantes en la elección del tipo de venta por parte de las entidades.

Los encuestados, además, expresan su preocupación por la falta de desarrollo de los requisitos de formación. Concretamente, al 80% de los encuestados no les suscita dudas las novedades en el ámbito de la formación, si bien consideran que el desarrollo de los requisitos y organización de los cursos de formación ya debería haberse desarrollado reglamentariamente.

Por otro lado, son mayoría (68%) los que consideran adecuadas las limitaciones establecidas en el pago de comisiones a los corredores de seguros que distribuyen productos de inversión basados en seguros.