A lo largo de la década, se ha pasado de unas 203.000 sustracciones en 2011 a poco más de 101.000, al acabar 2020. Es decir, los incidentes se han reducido a la mitad en este espacio de tiempo. Esta mejora es el resultado de un cúmulo de factores, entre los que destacan las sucesivas mejoras introducidas en materia de seguridad por los fabricantes, la acción de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado y el hecho de que desde hace décadas las nuevas viviendas suelen edificarse con garaje, de forma que los coches pasan las noches resguardados y no en la calle.

El municipio donde es más probable asistir a una sustracción de un vehículo asegurado en España es SevillaLa capital hispalense triplica la probabilidad media de robo de España. Le siguen Parla, Ciudad Real, Melilla y una localidad de la periferia sevillana: Dos Hermanas. Las tasas de robo de todos estos municipios duplica, con más o menos holgura, la media nacional. Una lectura más detallada de este ranking deja constancia el marcado carácter urbano del robo de vehículos. En el ranking abundan localidades de la periferia madrileña (Fuenlabrada, Leganés, Getafe, Coslada, Móstoles) y barcelonesa (Santa Coloma de Gramenet, Badalona, Cornellà de Llobregat…).

Un análisis territorial de los incidentes evidencia cómo las provincias donde es más probable padecer un robo del vehículo se encuentran en Andalucía occidental, Castilla-La Mancha, Madrid y Cataluña. El fenómeno del robo de coches está también muy relacionado con el ámbito urbano. Las provincias donde existen importantes áreas metropolitanas (Madrid, Barcelona, Vizcaya, Valencia, Sevilla…) o son limítrofes a una (Toledo, Guadalajara…) presentan tasas de probabilidad de robo superiores a la media.